Noche de Difuntos
Rafael Herrera
La ceremonia de Velación de Muertos en México, la noche del 1 de Noviembre, es un acto de respeto, veneración y recuerdo a los difuntos. La víspera del Dia de los Muertos es una gran fiesta hasta que empieza el lúgubre tañer de las campanas. El conjuro mágico de los sonoros bronces, reclama la presencia de las almas de ultratumba mientras los vivos se congregan ante los despojos mortales de los desaparecidos.
Negras siluetas caminan por los senderos a los cementerios. Hacia las 12 de la noche, se acercan a las tumbas de familiares y amigos que cubren con manteles y servilletas bordados y depositan allí, ofrendas de flores, dulces y manjares que en vida fueron del agrado de sus difuntos. Las mujeres y los niños, se sientan resignadas y llorosas a contemplar las llamas de los cirios y veladoras, y hacer oraciones por los muertos, mientras los hombres observan el velatorio. La campana suena toda la noche llamando a las animas a que se presenten a la ceremonia.
Para reverenciar a los difuntos utilizan la Flor de Canela y la flor de los cuatrocientos pétalos: el cempoalxochitil y para los dioses la Orquídea. Se cantan pirekuas, cantos que comparan a la mujer con las flores. Mientras tanto las estrellas puntean profusamente el cielo, las campanas tocan desesperadamente, y el lago de Patzcuaro gime como un alma en pena.