El 1 de Mayo de 1988 realizaba mi cuarta visita a Paraguay. El motivo de este viaje era realizar junto con Enrique Urdanoz, un documental para TV y un reportaje fotográfico sobre los Mennonitas, algunos de cuyos miembros había visto vendiendo queso en Asunción en mis visitas anteriores.
Ocho meses antes del viaje, me había dedicado a preparar el proyecto recabando toda la información posible sobre esta comunidad. En esa época no existía internet ni Google, así que utilice los contactos, que en mis visitas anteriores, había hecho en Asunción.
Francisco Corral, amigo de mi estancia en Madrid y residente en Asunción desde 1977 me presento a diferentes personas, entre ellas a María Gloria Giménez, periodista paraguaya, fue la primera persona a la que me dirigí y atendió mi proyecto. Me puso en contacto con Patricio Escobar , en esas fechas Director de Turismo de Paraguay, el cual nos dio todo tipo de facilidades para desplazarnos por el Paraguay.
Poca información disponíamos sobre dicha comunidad. Todos los datos que me facilitaron las personas paraguayas a quien recurrí, los ubicaban en el Chaco Paraguayo, en un poblado llamado Filadelfia.
Una vez en Asunción, me reuní con Ticio Escobar, el cual me puso en contacto con Enrique Derksen, mennonita nacido en Filadelfia pero residente en la capital, donde trabajaba como profesor. Gracias a Enrique Derksen, supe por fin quienes eran los Mennonitas y la vida errante que habían llevado . Se ofreció a acompañarnos a Filadelfia, asi que una vez realizados los preparativos, el 5 de Mayo partimos de Asunción camino de la colonia Mennonita. Casi 500 kms por el Chaco, una vasta región, árida, semihúmeda y con muy baja densidad de población.
Una vez llegamos a Filadelfia, nuestra decepción fue grande, no eran los mennonitas tradicionales que estábamos buscando: Había unos 15.000 mennonitas repartidas en tres colonias, Menno (con Loma Plata como centro), Fernheim (Filadelfia) y Neuland (Neu-Halbstadt).
Los habitantes hablaban alemán. Su vestimenta no se diferenciaba de la nuestra, tenían una buena educación escolar, muchos de sus jóvenes estudiaban en universidades nacionales y extranjeras. Cooperaban en programas económicos, culturales y de beneficencia.
Han ayudado a campesinos paraguayos a obtener sus tierras y formar sus propias colonias. En el Chaco, las tres colonias, conjuntamente, se dedican a la evangelización, colonización y educación de más de 16.000 indígenas,(Lenguas, Chulupies, Ayoreos, Chamacocos, etc.) muchos de los cuales profesan la religión mennonita. Operan una radioemisora, ZP-30 “La Voz del Chaco Paraguayo".
Permanecimos 8 días, recorriendo las colonias, visitamos escuelas, comercios, iglesias, usina eléctrica, así como asentamientos indígenas, pobladores de la zona antes de la llegada de los menonitas.
Regresamos a Asunción, con la incertidumbre de saber si localizaríamos los menonitas tradicionales .
El material fotográfico que tomé en color (diapositivas) ha permanecido 28 años en mis archivos. Aquí presento una selección de dicho material.